Natalia Matesanz Ventura, ‘Crime as an Act of Unveiling: Learning from the Dissident Landscape of May ’68’, in Lucía Jalón (ed) Displacements: An X’Scape Journal, Issue #01, Madrid, May 2014
Translated from Spanish into English for publication
The relational field that emerged in the city of Paris during the student risings of May ‘68 takes the shape of a dynamic web of invisible bonds and layers of communication and empathy that operate in space. The relational complexity of this emotional environment is translated into the physical, urban realm through the act of taking to the streets and appropriating urban furniture, building barricades, or the constant appearance of written testimonies in the form of grafitti, spontaneous slogans or urban calligrams scattered across the city. In this way, streets give up their predominant role as sites of transit in order to become a dissident space of discussion, appropriation, transformation and debate. Normative, Euclidean space is imbued with countless layers of affectivity, social conflict, use, activity, and energy, as well as the expansion of bodies in space. These intangible layers transform space and consequently, they interfere with the spatial response that may be provided by any architectural project. But in order to deal with such subjective conceptions of space from the perspective of contemporary architectural and urbanistic practice, shouldn’t we devise, in the first place, the tools which will allow us to unveil, unpick and work with the possibilities that invisibility can bring about to the field of architecture and urbanism?
El campo relacional que se establece en la ciudad de París en Mayo del 68 compone una maraña dinámica de líneas de conexión invisibles y ámbitos espaciales de comunicación y empatía. Este entorno complejo de relaciones emocionales se plasma en los espacios físicos de la ciudad a través de la toma de las calles y del mobiliario urbano, la construcción de barricadas, o la continua aparición de pintadas espontáneas o caligramas urbanos por la ciudad. Así, la calle abandona su papel como vía de tránsito para convertirse en espacio de
disidencia, apropiado, de discusión y parlamento colectivo. El espacio euclídeo se transforma e imbrica con estratos intangibles de afectividad, conflicto social, uso, actividad, energía y extensión de los cuerpos en el espacio. Estas capas transforman el espacio y por tanto interfieren en la respuesta espacial que da un proyecto. Para abordar estas espacialidades subjetivas desde la perspectiva arquitectónica y urbanística contemporáneas ¿no deberíamos acaso inventar primero las herramientas que permitan desvelar y trabajar con las posibilidades de lo invisible en el campo de la arquitectura y el urbanismo?
disidencia, apropiado, de discusión y parlamento colectivo. El espacio euclídeo se transforma e imbrica con estratos intangibles de afectividad, conflicto social, uso, actividad, energía y extensión de los cuerpos en el espacio. Estas capas transforman el espacio y por tanto interfieren en la respuesta espacial que da un proyecto. Para abordar estas espacialidades subjetivas desde la perspectiva arquitectónica y urbanística contemporáneas ¿no deberíamos acaso inventar primero las herramientas que permitan desvelar y trabajar con las posibilidades de lo invisible en el campo de la arquitectura y el urbanismo?